Cuando vi este campo abandonado donde lo único que quedaba en pie era su portería, de repente me hice una reflexión: Con la cantidad de niños frustrados que han tenido que pasar por aquí (ya sea por la ilusión de ellos de llegar a ser alguien el día de mañana futbolísticamente hablando o por la ilusión de ese padre que nunca pudo serlo), y que ahora el olvidado no sea ese niño sino tú... convertido en "patatal" o escombrera, a las fueras del pueblo.
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